Cosas Irrelevantes (En Su Mayoría) Que Me Hicieron Feliz Este Fin De Semana

Al parecer estoy un poco pegada con los títulos largos para mis posts últimamente. Hmmm…

Hola! Hoy estoy escribiendo este post con el sólo propósito de escribir. Emocionante, cierto?

Estoy de muy buen humor después de este fin de semana por varias cosas, en su mayoría, irrilevantes que me hicieron feliz.

La más importante es que después de un largo tiempo lleno de dudas por fin me metí a un gimnasio ayer y estoy supér emocionada por empezar. Mañana tengo una entrevista con uno de los instructores para que me evalúen y me hagan una rutina personalizada. Ya que mi meta es tonificar y hacerme más fuerte espero que haya levantamiento de pesas y/o ejercicios de fuerza (además son los que más me gustan jeje).

Había estado posponiendo esto por tanto tiempo que estoy muy contenta de estar por fin haciendo un cambio real a mi sedentarismo.

Una de las cosas que más me gustó del gimnasio es que una de las metas que tienen es hacer entender a las personas que se unen que las dietas no son efectivas y que lo mejor es tener un estilo de vida saludable (ahora, eso es lo que dicen, esperemos que los instructores sigan esas líneas, ya veré mañana). Ahí contaré cómo va la cosa.

 

Cosas irrelevantes que me hicieron feliz:

– Me compré un bikini nuevo que me queda bien y me hace sentir cómoda (no estoy muy acostumbrada a esa sensación así que me siento satisfecha).

– Seguí experimentando con mi «receta» de muffins e hice unos con sabor a chocolate amargo y plátano que quedaron muuy ricos y satisfacieron mi exigente necesidad de cosas dulces.

– Mi pieza es muy chica y se veía demasiado llena de muebles. Hoy moví mi cama y velador y cambió radicalmente, se ve como si fuera mucho más espaciosa de lo que es. Y eso me hace irracionalmente feliz.

– También ordené mis zapatos (en general los tengo desordenados dentro de mi closet), ahora voy a poder encontrar mis zapatillas sin tener que buscar entre una pila de zapatos *insertar emoji riéndose aquí*.

image(2)

El dicho bikino

 

Bueno, eso es todo. Supongo que me siento optimista en este momento, y eso es siempre algo bueno. Es agradable poder ver que es posible superar una reacaída y que esta no borra los progresos que hacemos.

(Escribí un post entero sin ninguna mención a la ansiedad por comer!)

Pol

Cómo Hice Muffins de Zanahoria Con Harina De Avena (Porque En Verdad No Es Una Receta)

Nombre ridículamente largo para un post, upsi, pero en verdad quería que se llamara así.

Después de mi recaída tomé la decisión de que me esforzaría en preparar comidas más ricas. Cada vez que lo hago dejo de tener tantos antojos porque la comida me satisface más, además de verdad disfruto cocinar, es uno de mis hobbies favoritos.

Me encantan las cosas dulces. Muffins, cheesecakes, cereales, mis antojos me exigen cualquiera de esas cosas dulce en realidad. Si fuera por mí, probablemente comería sólo cosas dulces todo el tiempo. Pero… eso no es saludable -ni física ni mentalmente-. Así que para mantener mis antojos a raya comiendo cosas saludables al mismo tiempo, empecé a buscar recetas de muffins sin azúcar en internet, y no encontré ninguna que me gustara completamente (o alguna en la que yo tuviera todos los ingredientes).

Después de haber leído varias recetas y rememorando mis experiencias con la cocina decidí simplemente usar ciertos ingredientes y ver qué tal salía. Y salió bien 🙂

 

image(2)

Ingredientes que usé:

– 2 tazas de avena (la avena que usé yo incluía chia, sésamo y amapola, pero no es necesario que tenga esas semillas)

– 2 cucharaditas de polvos de hornear

– 1 cucharadita de bicarbonato

– 2 cucharaditas de canela

– 1 cucharadita de jengibre rallado

– 2 huevos

– 1 taza de leche descremada

– 1 cucharadita de esencia de vainilla

– 1 zanahoria mediana rallada

– 30ml/1 cucharada de estevia líquida (si no quieres que tus muffins queden muy dulces puedes ir agregando el endulzante de a poco y probar hasta que alcances la cantidad de «dulzura» deseada)

 

Esto es lo que hice (o instrucciones):

1.Precalenté el horno a 180º Celsius or 350ºFarenheit.

3. Molí dos tazas de avena para reemplazarla la harina. Usé mi juguera para esto pero una procesadora de alimentos también se puede usar (es MUY fácil!). De todas formas, puedes simplemente comprar harina de avena para saltarte esta parte.

4. Agregué los polvos de hornear y el bicarbonato a la harina, mezclé bien.

5. Puse en la juguera los ingredientes líquidos: los huevos, la leche y la estevia líquida. Si vas a usar un endulzante líquido no te saltes esta parte porque podría no mezclarse bien con el resto de los ingredientes (y los muffins no quedarían bien de sabor).

6. Enloquecí con las especias. Agregué la canela y el jengibre a los ingredientes secos y una cucharadita de la escencia de vainilla la mezcla que estaba en la juguera.

7. Agregué la zanahoria rallada a los ingredientes secos.

8. Revolví bien. Al principio la mezcla se veía un poco fluida (demasiado) pero después de revolver tomó más consistencia.

9. Le puse un poco de aceite a los moldecitos para que los quequitos no se pegaran y vacié la mecla (y no lo hice muy bien porque los muffins me quedaron desiguales entre ellos).

10. Horneé por 15 minutos y con eso bastó, estuvieron listos. Recuerda que todos los hornos son distintos así que ten un ojo en los muffins, si no estás segur@ de si está cocida la masa puedes revisar con un mondadientes.

 

Y así es como quedaron 🙂

image(2) copia

pequeñitos pero no hay que juzgarlos por su tamaño

Al principio me dio un poco de cosa probarlos, honestamente pensé que no iban a tener buen sabor pero quedaron con un sabor agradable y la masa suave. Las especias le agregaron un toque muy bueno. La textura es bastante como la de la avena (por razones obvias) pero aún así tiene la consistencia de un muffin.

Lo que me gusta de esta «receta» es que puedo transformarla en básicamente, cualquier quequito de avena cambiando la zanahoria por otra fruta y usando otras especias. Quiero experimentar con manzana hoy 😉

Espero que este post te sea útil!

 

Pol

Un Enero No Muy Bueno

Hola 🙂

Sé que he estado muy desaparecida últimamente, y la verdad es que no tengo una razón real. Supongo que se me hace muy difícil aceptar cuando no estoy muy bien, se me hace mucho más fácil y agradable escribir cuando estoy bien, pero ya es la hora de admitir mis errores y hablar de ellos.

Digamos que enero no se portó muy bien conmigo. Primero porque recibí los resultados de mi postulación a la universidad y aunque todo parecía indicar que iba a quedar en la carrera de Medicina… no quedé. Admito que fue muy doloroso ver esos resultados y aceptar que no voy a poder empezar a estudiar lo que quiero este año y que voy a tener que intentarlo todo de nuevo. Por ahora voy a estudiar Enfermería y después voy a intentar postular a Medicina otra vez. Además de eso me asaltaron por primera vez hace unas semanas. Afortunadamente no me pasó nada grave pero igual fue súper desagradable. La sensación de inseguridad después de que me robaran mis cosas no es para nada buena.

Y sobre la comida… Las cosas no han ido bien. Decir esto es muy difícil para mí pero desde el principio me prometí ser honesta en este blog. La verdad es que recaí.

Durante mi recuperación hubo momentos en los que pensé que nunca iba a recaer. Muchas veces sentí que había logrado vencer al trastorno por atracón para siempre y que nunca volvería. Pensé que tendría que esforzarme mucho por un tiempo y que después de eso nunca más iba a tener que preocuparme (ingenua, lo sé). Y bueno, es fácil de adivinar que estaba equivocada.

Muy en el fondo, a lo que más le tenía miedo era a una posible recaida porque pensé que significaría que habría perdido todo mi progreso y que tendría que empezar de cero, o peor, que quizás nunca lograría ordernarme de nuevo (pensando en blanco y negro, otra vez).

Esperaba días difíciles, que mi peso fluctuara como lo hace en personas «normales» pero nunca esperé volver a tener un atracón, no después de haberme enfrentado incluso a ganas de restringir mi comida.

Ahora mirando hacia atrás me es fácil decir que en realidad era algo que muy probablemente pasaría. El comer compulsivo estuvo presente por tanto tiempo en mi vida que superarlo no podría ser tan fácil.

Antes de esto estaba muy bien, casi no tenía urges y comía bastante saludablemente. Pero después me fui de vacaciones. En ese momento decidí que iba a empezar a comer intuitivamente, me sentía lista para hacerlo. Era algo que sentía que tenía que hacer, el problema es que me apuré. Mi «comer conscientemente» se transformó de a poco en ir optando por las cosas más calóricas y/o poco saludables. No me di cuenta de verdad (o no quise hacerlo) hasta que una noche quise comer chocolate y no pude parar después del primero, así que comí otro, y otro, y otro hasta que «desperté» y noté que había perdido el control. Y en verdad no pude detenerme en parte porque no lo vi venir, a pesar de que los signos habían estado ahí por cierto tiempo. El auto-sabotaje es algo de difícil de vencer para mí.

Después de eso tuve varias semanas en las que no cuidé mi forma de comer y hace más o menos dos días otro atracón.

Lo que puedo ver ahora es que en realidad no estaba lista para empezar a comer intuitivamente. Sigo pensando que es la mejor opción, y en realidad me encantaría poder hacerlo. Pero por ahora, me voy a quedar con una pauta alimenticia y voy a ver cómo se dan las cosas. Quizás no sea lo mejor, pero me da la estructura que necesito para no perder el control y la flexibilidad suficiente para no aburrirme. También voy a empezar a esforzarme más en mis comidas, voy a tratar de cocinar cosas saludables y ricas para poder mantener mis antojos a raya.

Voy a ver como me va con eso y quizás de a poco flexibilice ciertos aspectos de mis comidas como lo estaba haciendo antes, pero lento.

Puede que esté preparada para comer de forma intuitiva en el futuro como puede que no, pero no me voy a preocupar más de eso. Voy a hacer lo que sé que me funciona a mí en este momento. Voy a intentar dejar de preocuparme tanto por la comida, quiero de a poco desvincular mi identidad de mi desorden alimenticio. Creo que eso podría ayudarme en este momento, necesito trabajar en mi autoestima y quedarme pegada en mi TCA no me va a ayudar.

Voy a disfrutar mi vida con o sin un desorden alimenticio.


Pol

Último Post del Año!

Como que debería ponerme a reflexionar lo que fue este año –¿cierto?-, lo bueno y lo malo, lo que logré y lo que no, etc.

Así que bueno. Aquí estoy, con mi humilde último post del año.

¿Qué puedo decir? Básicamente para mí el 2015 fue un año de muchos cambios, algunos definitivamente buenos y otros, la verdad es que sólo el tiempo lo dirá. Pero principalmente este año empecé mi tratamiento por mi desorden alimenticio con profesionales especializados en el tema. Yo diría que definitivamente eso es lo que marcó mi año.

El 1 de enero del 2015 tenía dos grandes propósitos propósitos en mi cabeza: dejar de tener atracones y bajar de peso. Me acuerdo de haber estado festejando con mis amigos mientras pensaba en esas dos cosas.

Mi obsesión con la comida y con mi cuerpo habían tomado control de mi vida, era casi lo único en lo que pensaba. Que quería estar más flaca, que quería restringir mis comidas, y claro, después tenía atracones infernales. Y así, era un círculo vicioso.

No estaba conforme con la carrera que estaba estudiando, me gustaba pero no me proyectaba trabajando en eso y mi concentración estaba en otra parte, en mejorarme, en bajar de peso, en tener atracones. Mi cabeza estaba en cualquier lugar… Menos en mis estudios.

Así que llegué a un punto en el que tomé una decisión: iba a congelar mis estudios, orientarme para saber a qué quería dedicarme, e iba a empezar un tratamiento por mi desorden alimenticio. Eran muchos cambios bruscos, pero yo sabía que no podía seguir como estaba. Estaba atrapada y no sabía cómo salir. Más que algo que quisiera hacer, fue una necesidad.

Dejé la universidad, con todo lo que eso implica (dejar de ver a mis amigos, pasar mucho más tiempo sola), entré a un preuniversitario por si quería dar la PSU de nuevo y busqué ayuda profesional.

Y al principio fue difícil, el tratamiento me asustaba desde muchos puntos de vista. Tenía que seguir una pauta alimentaria que según yo era demasiado calórica, e iba a empezar a tomar antidepresivos y otras pastillas. Además tenía miedo de que haber dejado la universidad no hubiera sido una decisión correcta, y me sentía muy sola.

Pero mientras los meses empezaron a pasar me empecé a sentir más en calma, empecé a descubrir que quería estudiar algo relacionado con la salud, y dejé de tener atracones. Al parecer la decisión de ponerle una pausa a mis estudios y darme un tiempo para mejorarme fue buena.

Hoy 31 de diciembre del 2015 llevo 239 días sin atracones, o bien 8 meses. Y como consecuencia bajé 9 kilos. Curiosamente mis dos grandes propósitos para este año los conseguí cuando dejaron de ser mis metas y me enfoqué sólo en recuperarme.

Nunca más voy a poder compartir con mis amigas como lo hacía estando en mi carrera anterior, ni siquiera si volviera a estudiar lo mismo. Pero gracias a haber dejado la U tengo una salud mental que aunque no es la mejor, es muchísimo mejor a la que tenía antes. Y quizás lo que escogí para estudiar ahora sea demasiado difícil y estresante, o peor, quizás ni siquiera me guste una vez que empiece, pero es lo que quiero intentar ahora y la verdad es que estoy bastante emocionada.

Se me va este año en el que «no hice nada» desde el ámbito de los estudios, pero hice mucho por mí misma.

Entonces mis propósitos para el 2016 son…

  • Esforzarme en la universidad: Voy a empezar una nueva carrera, y ahora que mi mente está más centrada que antes, es mi propósito lograr armar un método de estudio que funcione para aprender lo más posible.
  • Hacer más deporte: Siempre, siempre, siempre tengo esto como meta, y muy rara vez logro hacer deporte de una forma más constante. Esta vez de verdad quiero lograrlo por los beneficios que tiene para la salud así que pienso inscribirme en un gimnasio o algo así.
  • Aceptar mi cuerpo tal cual es: Aunque estoy mucho mejor, las comparaciones y la auto-crítica son dos cosas que me atormentan bastante todavía. Este año me gustaría lograr superar eso, lograr aceptar mi cuerpo tal cual es, de una vez por todas y así…
  • Trabajar mi autoestima: Esto es algo que de verdad quiero lograr en este nuevo año, aunque aún no estoy segura de cómo lograrlo bien, me voy a enfocar bastante en eso. Quiero leer libros y hacer una pequeña colección de lo que yo creo que funciona mejor para reforzar la autoestima.
  • Ser más ordenada: Quizás esto no tenga mucho que ver con lo anterior, pero de verdad, de verdad, quiero ser más ordenada en todo sentido. Con mis estudios, con mis cosas, etc. Las cosas ordenadas me ponen de buen humor, así que quiero que esto se convierta en hábito irrompible (además así puedo dejar más bonita mi pieza).

Básicamente esas son mis metas para el próximo año, espero poder cumplirlas, las veo bastante «logrables» jaja. Ahí veremos qué pasa.

Espero que pasen un muy buen año nuevo, que se diviertan, que se despidan de este año como se debe para empezar el próximo con todas las buenas energías del mundo.

 

Nos vemos al otro lado,

Pol

image (1)

Mi Primera Navidad en Recovery!

image (16)

…Son las 4:09 AM en Chile y estoy inspirada. Y para bien o para mal, cuando estoy inspirada simplemente TENGO que hacer lo que tengo en la cabeza, que en este momento es escribir.

Esta temporada es difícil para los que tenemos desórdenes alimenticios. Enfrentar celebraciones que se enfocan tanto en la comida se nos hace bastante desafiante, ya sea que luches por comer, por no tener atracones o por no caer en ningún comportamiento compulsivo. Estas fiestas nos ponen en posiciones incómodas al involucrar mucha comida y reuniones sociales.

Recuerdo cuando era una nena y comer no era una lucha o un esfuerzo. Por ese entonces la Navidad era algo mágico para mí, disfrutaba cada momento. Mi familia y yo no somos religiosos pero aún así celebramos esta fecha. Esos días en los que comer intuitivamente era algo natural para mí se ven ahora muy lejanos.

En los últimos años, la magia de la Navidad se vio opacada para mí por mi desorden alimenticio. No estoy diciendo que no haya disfrutado para nada las celebraciones pero sí estuve constantemente preocupada de comer poco, o probar todo lo que había en la mesa, o tener atracones o simplemente comer muy poco sin que nadie se diera cuenta. La preocupación constante por la comida era una de las cosas más importantes de la temporada. Digamos que era una radio a la que no podía dejar de obedecer. 

Poder disfrutar más mi vida social fue una de las cosas que más motivaron para comenzar mi tratamiento y siempre supe que este tipo de celebraciones serían como «pruebas» de que tan fuerte seguía siendo el desorden alimenticio en mí.

Puedo decir que la Nochebuena efectivamente fue una noche buena (gracias, gracias, no se moleste). No, en serio. Nos juntamos con mi familia, cenamos y después intercambiamos regalos. Disfruté completamente cada instancia pero si dijera que no hubo momentos complicados para mí, estaría mintiendo.

Volvamos a la metáfora (posiblemente mala) de la radio. En esta ocasión la transmisión de mi desorden alimenticio tuvo un volumen más bajo, pero siguió ahí, con la diferencia de que yo conscientemente decidí no luchas contra ella. Simplemente escogí hacer lo que yo quería hacer a pesar de lo que mi desorden alimenticio me dijera.

Así que disfruté mucho la celebración, y la mayor parte del tiempo no estuve preocupada de la comida. Disfrute la compañía de mis seres queridos (y mis dos sobrinitos adorables) y cada vez que un pensamiento relacionado con mi TCA vino a mi cabeza, simplemente no le obedecí. Ya que esto es lo que suelo hacer para ganarle a mis «urges» de atracones/restricción/cualquier comportamiento compulsivo que se me venga a la cabeza, no fue muy difícil llevarlo a cabo. Los pensamientos desordenados terminaron desapareciendo.

Finalmente my desorden alimenticio no opacó mi Navidad.

Y no, no estoy completamente recuperada. Pero en estos ocho meses que he estado tratándome, mi calidad de vida ha mejorado drásticamente. Me alegra tremendamente poder mirar hacia atrás y ver cuánto han cambiado las cosas para mí y lo mejor que estoy. A veces se me hace fácil olvidar todo el progreso que he logrado, a veces siento que sigo muy «retorcida» y que me estoy mejorando muy lentamente, pero en realidad cuando miro las cosas en perspectiva me doy cuenta de que estoy muy bien, y la forma en la que me sentí ayer lo prueba.

¿Qué más puedo decir? No podrías estar disfrutando mi vida de la forma que lo estoy haciendo ahora si no fuera por mi decisión de recuperarme. No sería capas de ver las cosas que ahora veo. No sería capaz de ver más allá de las calorías, más allá de los cuerpos o hábitos alimenticios míos y de las personas que me rodean. Y la verdad es que ni siquiera sería capaz de verme a mí misma.

Quizás aún me veo un poco distorsionada, pero al menos la imagen que veo soy yo. Puedo ver quién soy. Y créeme, se siente bien.

Espero que estés disfrutando estas fiestas ♡ y recuerda, si no lo estás haciendo, está bien. No tienes que fingir nada, sólo cuídate e intenta estar lo más cómod@ posible. Todo estará bien.

Pol

image (2)

Y recibí un peluchito de BB-8!!!

¿Atracón o No?

 

Hola gente! 🙂 LO SIENTO POR DESAPARECER!!

Hace mucho que no posteaba por aquí básicamente porque el stress de dar la PSU (la prueba de selección universitaria chilena) me tenía totalmente enfocada en estudiar y apenas me hacía el tiempo para escribir en mi blog en inglés. Ahora que ya salí de esa presión me voy a poner a traducir los posts que considero más importantes y también a escribir sí o sí en inglés y en español cada cosa que publique, así que espero estar al día en un par de semanas 😉 

Bastante gente me ha preguntado sobre este tema en mi instagram últimamente así que decidí escribir un post ya que me parece un punto importante para superar el TPA o cualquier tipo de desorden en cuanto a hábitos alimentarios.

¿Te ha pasado alguna vez que no sabes realmente si tuviste un atracón o no? Bueno, al menos a mí me pasaba bastante antes de empezar mi tratamiento y perdía bastante tiempo cuestionándome si lo había hecho o no. Voy a tratar de explicar aquí las diferencias entre un atracón y comer compulsivamente.

Un atracón, cuando hablamos de comida, se refiere a «mucho en un corto periodo de tiempo», «más de lo que una persona normal comería en una cantidad de tiempo», «comer hasta sentirse mal sintiendo pérdida de control», etc. Teóricamente queda bastante claro lo que es un atracón pero en la vida real algunas veces aunque no se esté en un «modo atracón» tan claro. Igual terminamos comiendo grandes cantidades de comida, sintiéndonos culpables y sin realmente saber si lo que hicimos fue tener un atracón o no.

Pongamos un ejemplo: Puede que estés durante todo el día «picoteando» sin realmente prestar mucha atención a lo que comes y en la noche quizás te des cuenta de que comiste mucho más que una persona «normal» en un día común y corriente, entonces te sientes culpable. Pero la verdad es que en ningún momento pensaste conscientemente «aquí estoy de nuevo, teniendo un atracón» (o algo así), en ningún momento realmente asumiste que estabas en un episodio de atracón, así que te terminas cuestionando «¿fue un atracón o no?».

Aunque probablemente ese comportamiento no fue la definición común de un atracón, tienes la certeza de que no comiste normalmente, sientes que algo no estuvo bien ahí.

La verdad es que aunque la cantidad de comida que ingeriste probablemente fue menor a la de un atracón, lo que hay que aprender a reconocer si el comportamiento subyacente fue el mismo. Si fue así, y sentiste que no podías parar y que perdías el control, quizás no tuviste un atracón pero sí comiste compulsivamente y eso es parte del TPA.

Ahora, puede que encuentres difícil romper este ciclo, y bueno, en verdad lo es. Pero hay algunas cosas que lo hacen muchísimo más fácil. Primero intenta analizar cómo son los días en los que picoteas ¿Tomaste desayuno? Estabas estresad@? ¿Tomaste suficiente agua? ¿Dormiste las horas suficientes -o al menos una cantidad decente de ellas- la noche anterior?

Los siguientes tips me han ayudado un montón con el tema del picoteo, ya que son básicamente hábitos, la clave es acostumbrarse a ellos. Funcionan más como una medida de prevención. Cuando tienes la certeza de que estás en «modo atracón» mis consejos ya son otros, a veces se puede usar todas las medidas de prevención pero esa ansiedad viene de todos modos, a pesar de eso, siguiendo estos consejos la ansiedad tiende a bajar.

Recuerda también que estos consejos requieren consistencia, los hábitos no se generan de un día para otro sin esfuerzo, esto no es mágico, pero puede ayudar mucho.

 

Tener comidas estructuradas:

Esto es muy importante, si es que no es el tip más importante para romper este círculo vicioso en particular. Desayunar, comer un snack de media mañana, almorzar, tener un snack de media tarde y cenar pueden jugar un rol muy importante. Si has comido compulsivamente por mucho tiempo probablemente tengas problemas reconociendo las señales que tu cuerpo envía. Puede ser que se te haga casi imposible distinguir hambre de ansiedad. Al tener comidas estructuradas de a poco te irás reconectando con tu cuerpo, podrás volver a aprender a distinguir cuando tienes hambre, cuando estás satisfech@ y cuando estás llen@. Esta forma de comer tiene que ser no-restrictiva, ya que si lo es, es probable que sientas deprivación, lo que es una de las causas principales de los atracones.

Muchas personas piensan que se puede empezar a seguir las pautas de «Mindfully Eating», o comer conscientemente directamente desde un trastorno por atracón. No voy a decir que nunca funciona, porque muchas personas se han recuperado siguiendo estas pautas, pero estoy bastante convencida de que la mejor forma de reconectarnos con nuestros cuerpos es como expliqué en el párrafo anterior. Haciéndolo un paso a la vez. Si un/a nutricionista te puede ayudar a armar un plan de comidas esto sería aún mejor.

 

Cosas que deberías dejar de hacer:

Tener sólo una o dos comidas grandes en todo el día, o sólo «picotear» sin tener comidas propiamente tales. Hacer dietas rápidas y con muy baja ingesta calórica.

 

Mantente hidratad@:

Sé que todo el mundo lo dice, y quizás estés pensando «oh, esta #@%&, he leído esto en todas partes» pero créeme. Me ha pasado que he sentido «hambre» en horas extrañas y empiezo a desesperarme, cuando me tomo un vaso con agua, esta «hambre» simplemente desaparece. Es real. Lleva contigo una botella de agua, de verdad puede ayudarte a evitar la ansiedad.

Bueno, espero que este post te haya sido de alguna ayuda. Si tienes alguna pregunta me puedes escribir a través de instagram o por aquí mismo 🙂

Pol

No Voy a Volver a Bajar La Guardia (Una Experiencia)

Hola gente! 🙂

Hoy primero de agosto es mi día sin atracones número 87! Lo que es un tremendo logro para mí, pero si no hubiese sido capaz de enfrentar la experiencia que les voy a contar en este post no habría alcanzado ese número. Esto me pasó hace más o menos dos semanas. Fue un desafío realmente difícil que tuve que afrontar y aún me sorprende el hecho de haber salido victoriosa de él.

Me junté con unas amigas y decidimos que íbamos a pedir una pizza y palitos de ajo, yo estaba bien con eso (tenía hambre desde el principio). Había sabido durante todo el día que iba a comer más de lo normal con ellas y no estaba preocupada. Como ya me había enfrentado a esas situaciones antes y no había tenido atracones no estaba ansiosa.

Recibimos la pizza, pagamos, y empezamos a escoger una película para ver. Mientras estábamos en eso, mis amigas empezaron a comerse los palitos de ajo, yo los vi y pensé «Wuo, que ricos! Voy a comerme uno» No sentí ningún peligro y no me preocupé para nada. Tomé uno, lo olí. Pero en el momento que lo probé. CLIC. Empecé a ver borroso y hasta me sentí mareada. No me había sentido así en tanto tiempo que hasta se me había olvidado lo fuerte que era esa sensación, pero ahí estaba. Me sentía como si estuviera en medio de un atracón, pero no era un atracón! Sólo había probado un palito de ajo! No entendía nada, así que me empecé a asustar. De inmediato super que si no encontraba una forma de parar de sentirme así iba a terminar teniendo un atracón real.

Intenté calmarme y me comí mi palito muy lentamente pero incluso después de eso seguía con hambre, así que me comí un pedazo de pizza. Luego estuve físicamente satisfecha pero «quería» seguir comiendo. En ese momento y porque estaba con mis amigas, la mejor idea que se me vino a la cabeza fue esperar que se me fuera la ansiedad. Así que esperé, esperé y esperé. Y de a poco la ansiedad se empezó a ir.

Fue especialmente difícil no seguir comiendo porque este «urge»* me atacó inesperadamente después de mucho tiempo en el que no había tenido ninguno. Había bajado la guardia, y además tenía hambre cuando me dio ansiedad. Entonces cuando logré estar físicamente satisfecha no seguir comiendo fue un acto de fuerza de voluntad pura. Gracias al cielo, pude reconocer el «urge» inmediatamente, esa sensación es tan distinta a como me siento hoy en mi vida cotidiana que habría sido imposible que no lo reconociera. 

Aunque técnicamente no tuve un atracón a pesar de lo terriblemente difícil que fue, sentí como si hubiera tenido uno. Mi cuerpo sintió como si hubiera tenido uno, o al menos eso sentí en mi cabeza, la sensación fue demasiado real. Así que después de esa experiencia temí tener que empezar de cero. Temí que iba a volver a asustarme cada que vez que tuviera que salir, que iba a tiritar cada que pasara por afuera de una pastelería o que en cualquier momento me podría dar ansiedad por comer.
Pero no fue para nada así. Aunque sigo un poco nerviosa porque esto podría volver a pasar, simplemente no ha vuelto a pasarme hasta ahora y me siento de nuevo como la «recovery-Pol» que soy hoy en día. Volví a la normalidad. Fue una experiencia rara, que me asustó, pero eso fue todo. 

Así que estuve pensando un montón sobre esto y después de hablarlo con mi psicóloga concluimos que tengo un vínculo emocional con los palitos de ajo -lo que es verdad, aunque sea un poco gracioso, porque cuando era niña me escondía en las noches para comerme los que sobraban y eso me hace todavía verlos como una comida prohibida-. No me había dado cuenta pero estaba pensando en blanco y negro con esta comida específica, y si le añades que tenía hambre, bueno, obtienes un lindo «urge to binge».

Mi psicóloga me recomendó hacer una lista con las comidas que aún considero prohibidas, que en mi caso son: palitos de ajo, cinnamon rolls, frappuccinos, McFlurry’s y Churros. Esto será una buena ayuda en caso de que tenga o quiera enfrentarme a ellas en un futuro cercano, para estar preparada.

De esto puedo aprender que incluso si me esta yendo muy bien en mi tratamiento todavía tengo que seguir trabajando duro en él cada día. No puedo bajar la guardia, lo que no significa que tenga que estar preocupada las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Pero dado que tengo un pasado cercado con trastorno por atracón, es aún muy pronto para dejar de preocuparme. Una vez más, hay un balance que tengo que encontrar.

Y bueno, va a haber unos días en los que voy a tener que usar my fuerza de voluntad para decidir luchar contra la ansiedad – l@s que me sigan en instagram probablemente sepan que tengo mi propia técnica para despejarme de la ansiedad por comer, pero incluso esa técnica requiere de cierta cantidad de fuerza de voluntad en un cierto punto-, incluso si esos días son los menos. Pero aquí está el lado bueno de esto: Si seguimos ignorando estas señales de nuestros cerebros, ellos van a aprender que estas señales son inútiles y eventualmente van a dejar de enviarlas. Así es cómo eventualmente nos liberaremos de estos hábitos compulsivos. Funcionará. Pero para eso tenemos que dejar de herirnos en cualquier otro aspecto (no podemos enfocarnos en hacer dieta y esperar dejar de tener atracones).

So… Este post fue, una vez más, muy experiencial, pero espero que les haya gustado 🙂 Recuerden que siempre pueden dejar un comentario, una pregunta, o mandarme un mensaje directo por instagram. ❤ Stay strong, ustedes pueden!

Pol

* «Urge» o «Urge to binge»: Es a lo que en general en español le decimos ansiedad o ansiedad por comer, con la diferencia de que en inglés tiene la connotación específica de referirse a los atracones, mientras que en español puede ser por antojos o simplemente por estar nervioso/a o por querer comer algo. 

Deja de Pensar en Bajar de Peso!

Publicado originalmente el 23 de Junio.


Holis! Hoy les traigo la traducción de uno de los posts, en mi opinión, mas importantes que he escrito hasta ahora en mi blog. Aunque me habría gustado cambiarle algunas cosas preferí dejarlo tal cual como lo escribí en el momento para «respetar» mis intenciones de ese entonces. Espero que les sea útil de alguna forma 🙂 


Hola gente 🙂 he estado pensando en la importancia de un post como este por un tiempo y finalmente decidí que lo escribiría. Esto ha sido sumamente importante en mi recuperación del trastorno por atracón. Y como suelo decir: No soy una especialista en el tema. Mi consejo ultimo es siempre buscar ayuda profesional. Me tomo el tiempo de escribir estos posts porque esto es lo que me ha funcionado a mí y mi vida ha cambiado radicalmente desde que empecé a hacer estas cosas, así que espero poder ayudar un poquito. Pero si tienes un desorden alimenticio, y si puedes, por favor, por favor, por favor, intenta buscar tratamiento.


Un desorden alimenticio es una enfermedad. Las causas pueden ser biológicas, genéticas, sociales o una combinación de ellas. Un desorden alimenticio puede coexistir con otras patologías como depresión, ansiedad social, trastorno límite de la personalidad, etc. Los desórdenes alimenticios pueden ser muy distintos entre sí y a veces las personas pueden creer que no tienen nada que ver entre ellos. Algunos son completamente restrictivos y otros se tratan de excesos, pero si les prestamos suficiente atención nos damos cuenta de que lo que ellos causan es una alteración en los hábitos alimenticios normales de una persona.

Un desorden alimenticio no de teja comer normalmente y sin culpas. Y porque comer es algo que haces aproximadamente cinco veces al día, todos los días, un desorden alimenticio no te deja vivir normalmente. 

Aunque todos sean desórdenes alimenticios y causen una tremenda sobre-estimación de la importancia que el peso y la comida tienen en la vida cotidiana, el tratamiento para cada uno es distinto, y por supuesto que cada recuperación es diferente. No hay una sola forma correcta de recuperarse (y tampoco tiene sentido comprar nuestras recuperaciones con las de otras personas).  

Una de las cosas que he aprendido hasta ahora, es que cuando realmente quieres mejorarte tienes que dejar ir ciertas cosas. Necesitas salir de la zona de comodidad. Probablemente hayas leído esto antes, pero este es el corazón de este post: Necesitas dejar de pensar en bajar de peso.

Pídele a alguien te guarde la pesa o déjala en un lugar inaccesible si no puedes resistirte a pesarte todos los días, deja de analizar tu cuerpo. Deja de juzgar tu cuerpo. Es difícil al principio pero realmente necesitas detener esos comportamientos punitivos relacionados con tu peso tan pronto como sea posible porque no te ayudan con tu recuperación. 

Ahora, esto es desde mi experiencia: cuando recién me comprometí con mi recovery decidí dejar la idea de bajar de peso con mis justificaciones. Pero, he perdido aproximadamente tres kilos desde que comencé mi tratamiento. Sé que esto suena ridículo, pero por favor sigue leyendo, porque voy a explicar…

No te puedes recuperar de un desorden alimenticio y enfocarte en bajar de peso al mismo tiempo.

Sé que los que tienen trastorno por atracón en general esperan perder peso. Y lo entiendo completamente, realmente lo hago, porque pensaba de esa misma forma antes. Pero la verdad es que no sirve. No ayuda en la recuperación de algo tan complejo como un desorden alimenticio. 

Porque ambas cosas, son incompatibles. Es como remar en dos direcciones opuestas. No tiene ningún sentido y esta es la razón: cuando te estás enfocando sólo en la pérdida de peso (el resultado) estás  amarrando tu valor como persona a tu peso. Y eso es exactamente de lo que no se trata recuperarse! Cuando empiezas a progresar con tu autoestima, y empiezas a quererte tal como eres y el tratamiento empieza a funcionar y los atracones empiezan a ser menos y menos frecuentes… 

La pérdida de peso viene como una consecuencia. 

Y cuando la perdida de peso viene como una consecuencia, se siente como una bendición.

Si tienes trastorno por atracón y se desarrolló como el mío (después de haber bajado de peso gracias a una dieta altamente restrictiva y larga) cuando te das cuenta de que bajaste de peso, no importa cuán poco y no importa cuán lento, pero sin sufrimiento, sin obsesión y sin compromiso de tu salud, te prometo, que vas a sentir como te estás liberando de las cadenas de tu trastorno alimenticio. 

Como he dicho antes no todo es arcoiris y mariposas (también me gusta mostrar mis momentos difíciles porque necesitas saber que no todo es perfecto y que está bien sentirte mal de vez en cuando), y que todavía tengo algunos pensamientos retorcidos que debo ir atacando progresivamente. Empecé mi tratamiento teniendo un poco de sobrepeso, y cuando por primera vez noté que había que perdido unos kilos tuve unos pensamientos tipo «wuo, me estoy empezando a ver así otra vez» y entonces esa esa desagradable voz salió esa esquina de mi mente «Podría empezar a hacer ejercicio como antes» pero hey, esos son los momentos en los que debo reconocer la voz de mi trastorno alimenticio, detenerla ahí mismo y ser lo suficientemente fuerte les seguir adelante con este camino que he ido creando, este nuevo camino que me está por fin llevando a donde tendré una relación saludable conmigo, con la comida y con el ejercicio.

Y nop, nunca voy a ser perfecta, nunca me voy a ver como una modelo y probablemente nunca voy a ser skinny. Quizás nunca tenga un thigh gap, pero de verdad no me importa. Lo único que estoy buscando es seguridad y salud.

Me siento feliz gran parte del tiempo 🙂 y además mañana es mi día libre de atracones numero 50! 

Ok, entonces realmente espero que te haya gustado este post. Si estas de acuerdo/en desacuerdo, o tienes alguna pregunta sobre mi tratamiento puedes dejarme un comentario (están abiertos para anónimos).

Que tengas una buena semana! Puedes hacer esto, es difícil, pero no imposible.

Pol

Lo Que He Aprendido (Libertades de mi Recovery)

Hola gente! Por alguna razón no había podido encontrar suficiente inspiración para terminar los posts en los que estaba trabando, así que decidí hacer uno un poco distinto.

En general tiendo a alejarme de mi vida personal en mis posts, soy bastante reservada en mi instagram y en mi blog, pero en esta ocasión voy a cruzar esa línea porque este post se va a tratar esencialmente de cómo mi vida ha mejorado desde que comencé mi tratamiento. Va a ser una colección de lo que he aprendido durante él, y una comparación de mi vida antes y después de mi recovery del trastorno por atracón. Aunque no puedo decir todavía que estoy completamente recuperada, esta experiencia me ha dado muchas libertades -y ha sido un desafío al mismo tiempo-.

Así que bueno, sin más explicaciones voy comenzar diciendo que durante mi recovery…

He podido aprender a disfrutar mis «cheat meals»: Por ejemplo, pude ir a Dunkin’ Donuts con mi pololo sin terminar teniendo un atracón. Cada vez que iba antes de empezar mi tratamiento o no comía nada o tenía un atracón. Pero en esta ocasión fui capaz de disfrutar el momento sin estar preocupada sólo de la comida.

He empezado a ser capaz de comer en situaciones sociales sin estar preocupada de la comida todo el tiempo sino, concentrada en la gente con la que estoy compartiendo. Puedo estar presente. No sé si se sientan identificad@s conmigo, quizás sí. Pero esto antes era terrible para mí. Estaba tan estresada cuando estaba con otras personas porque aunque quisiera no podía dejar de pensar en restringir mis comidas o comer de más, así que no me sentía 100% presente, pero ahora sí lo hago. Esto me ha dado la libertad de poder ir a los eventos sociales que quiera sin tener que preocuparme de qué comidas voy a comer o no.

Celebré mi cumpleaños (dos veces!): Lo celebré con mi familia y al día siguiente con mis ex-compañeros de colegio, y lo pasé muy bien. Tuve la libertad de disfrutar de la compañía de las personas que quiero sin tener que estar concentrada en restringir o comer demás todo el tiempo. Aunque durante la semana de mi cumpleaños comí comida chatarra extra y eso me estresó un poco más de lo normal, logré volver a mis hábitos normales la semana siguiente. Y no tuve ningún atracón 🙂

He tenido miedo, muchas veces: Durante la primera semana de mi tratamiento tuve que dar un gran un salto de fe (metafóricamente hablando, por supuesto) que fue empezar a seguir una pauta alimenticia no restrictiva. Esto significó ponerle un fin a mis dietas, a mi «tuve un atracón ayer así que hoy me voy a saltar la cena» tipo de comportamiento. Tenía poco control, podía escoger entre algunas opciones para cada comida y las calorías de las opciones no estaban incluidas. Durante mi primera semana tuve miedo, tuve mucho miedo. Estaba sorprendida con las porciones de comida que tenía que comer y me asustaba poder subir de peso, pero a pesa de eso seguí la pauta. Después de algunos días me empecé a dar cuenta de que tenía cada vez menos ansiedad de atracones. Y ahora que ha pasado más tiempo, y que llevo más de setenta días sin tener atracones puedo decir que este salto de fe fue una tremenda decisión, si es que no fue una de las más importantes en mi recovery. Porque después de todo ese miedo inicial a las porciones más grandes por una posible subida de peso, dejé de restringir, dejé de tener atracones, e incluso bajé de peso como consecuencia de ello, sin que haya sido el centro de mi vida, y sin hacerle daño a mi cuerpo en el proceso.

He aprendido comportamientos «normales» con la comida: Como, a decidir qué comer bastante rápido, como sigo una pauta alimenticio bastante flexible y no restrictiva, escoger lo que voy a comer se me hace muy fácil. Decido lo que quiero y como hasta que estoy satisfecha. De a poco me estoy reconectando con mi cuerpo.

Recuperé la capacidad de concentrarme! Hasta hace poco estaba teniendo problemas de concentración porque toda mi energía estaba puesta en mi desorden alimenticio, pero ahora puedo usar esa energía en mis intereses reales.

Estoy aprendiendo a llevar mi perfeccionismo: Soy perfeccionista, lo que puede ser útil a veces, pero también peligroso si dejamos que controle nuestras vidas. Así que estoy aprendiendo a «hacerme amiga» de mi perfeccionismo, y mis niveles de ansiedad están muy bien regulados ahora.

He logrado (por fin!) empezar a disfrutar el ejercicio como parte de un estilo de vida saludable y no como una herramienta para bajar de peso o para castigarme: Solía realmente odiar hacer ejercicio, era sólo una forma de quemar calorías para mí. Pero ahora puedo disfrutar mis 30 minutos en la trotadora con música entretenida, me hace sentir bien y es bueno para mi salud.

❤︎ Mi recovery ha sido algo MARAVILLOSO para mí. He aprendido muchas cosas, mi vida ha mejorado de tantas formas que no paro de sorprenderme. Cuando miro hacia atrás puedo darme cuenta de lo enredada que estaba con mi desorden alimenticio y lo mucho que él estaba manejando mi vida. Aunque yo estaba consciente de eso ahora lo veo más claramente, ahora sé cuántas cosas me estaba perdiendo pero también sé que siempre hubo esperanza y que al menos en mi caso haber visto ayuda profesional fue lejos la mejor opción. Los siguientes puntos son los más importantes de este post.❤︎

❤︎ Mi recovery me hizo salir de mi zona de comodidad (de dieta/atracón): Cliché? sí. Pero es cierto. Necesitaba hacerlo, pero no fue realmente capaz hasta que pedí ayuda profesional y finalmente llegué a la conclusión de que mi valor como persona nunca puede estar amarrado a mi peso. Al final, dejar mi vieja, poco saludable zona de comodidad me dio una nueva y mucho mejor que es el balance 🙂

❤︎ Pedir ayuda no me hizo una perdedora: Soy una persona orgullosa, y a veces puedo ser llevada de mi idea, así que pedir ayuda no fue una decisión fácil para mi, me tomó cerca de un año. Realmente creía que podía recuperarme por mis propios medios y lo intenté a través un montón de métodos. Leí libros, investigué sobre el tema, medité, intenté usar distintos enfoques, pero al final me di cuenta de que no podía hacerlo sola. Quería recuperarme con todo mi corazón pero no sabía cómo ni dónde empezar, era demasiado para mí, y mirando hacia atrás, la verdad es que eso está bien. Cuando estuve decidida rompí el silencio, y se me hizo muy difícil. Decirle a mi mamá que no estaba bien y que necesitaba ayuda desesperadamente no fue fácil, pero ya sabía que para recuperar mi vida no tenía otra opción. Y ahora que lo pienso no me siento como una perdedora por haber necesitado pedir ayuda, siento que haberlo hecho fue una decisión muy valiente. Estaba asustada, deprimida y desorientada pero a pesar de eso quería luchar para estar mejor. Yo escogí recuperarme. Yo escogí recuperar mi vida, y no me arrepiento ni por un segundo. No ha sido fácil pero ha valido completamente la pena.

Ok gente! Espero que les haya gustado este post. Los escribí para mostrar lo mucho que escoger el camino de la recuperación puede cambiar la vida de una persona, y definitivamente ha cambiado la mía. Si tienen alguna pregunta siempre pueden dejar un comentario por aquí o enviarme un direct por instagram, también si quieren que escriba sobre algún tema en específico relacionado con el trastorno por atracón hagánmelo saber. Un abrazo, ustedes pueden!!

Pol ❤︎

¿ Por qué estos blogs ?

Holis 🙂

Me presento: aquí voy a escribir bajo el pseudónimo de Pol. Tengo 20 años y soy chilena. Actualmente estoy preparándome para la PSU. Quizás hayan llegado aquí a través de mi Instagram de recovery o a través de http://www.ididntbinge.blogspot.com que es mi otro blog pero escrito en inglés. Y bueno, este blog nace a partir de la necesidad de escribir lo mismo que estoy escribiendo en I Didn’t Binge para aquellas personas que no hablan inglés y están interesadas, quería hacerlo desde hace bastante tiempo pero ahora finalmente me decidí. Así voy a comenzar con un auto-pregunta…

¿Por qué estos blogs?

Mas o menos en febrero de este año, que es cuando empecé a escribir I Didn’t Binge, yo ya tenía bastante claro cuál era mi problema: sabía, aunque aún no había recurrido a ningún profesional especializado en el tema, que probablemente tenía un desorden alimenticio. Y sabía también que aunque en algún momento fue restrictivo, éste ya no lo era, había cambiado.

Voy a acortar MUCHO esta historia y voy a intentar omitir todos los detalles innecesarios y posiblemente gatillantes, igual tengan precaución al leer esto. Toda mi vida fui «gordita» y digamos que tenía un «conocimiento previo» sobre el «mundo de ANA y MIA» (disculpen mi exceso de comillas). Básicamente cuando cumplí 18 años decidí atacar mi sobrepeso sin ayuda de ningún especialista y sin supervisión de nadie. Comencé súper bien pero me terminé obsesionando y bajé 12 kilos en 6 meses. Perdí mi período por dos meses, se me caía el pelo y empecé a tener crisis de ansiedad llegando a tener crisis de pánico. No quiero exagerar con esto, pero esta etapa de mi vida fue muy gris. Dejé de vivir porque estaba preocupada todo el tiempo sólo de mi dieta. Había comenzado a bajar de peso para disfrutar mi vida, no para convertirme en esta persona amargada, manipuladora y obsesiva!

Pero entonces viajé y mis comidas dejaron de estar en mi control, y de un momento a otro empecé a tener atracones, incontrolables atracones de comida. Pasé de un ciclo de restricción a uno completamente opuesto y estuve así por un año completo (2014). Tres días a dieta, un día de atracón. Una semana a dieta, dos días de atracón. Cuatro días a dieta, tres días de atracón. Era un ciclo sin escapatoria. Si no hacía dieta no podía compensar los atracones pero era la misma dieta la que los gatillaba. No había forma de detenerlos.

Y así fue como subí de nuevo todo el peso que había bajado, sentía que había perdido completamente el control de mi vida. Estaba siempre ansiosa, siempre angustiada. Tenía crisis todos los días, todo el día, y sentía que tenía que escapar de casi todas las situaciones sociales que me rodeaban, algunas bastante importantes y por las que me gané muchos prejuicios de mis por entonces compañeros de carrera.

En Julio del año pasado una persona muy cercana murió en un accidente devastador, y ella tenía ganas de vivir. Más que yo en ese momento. Ahí fue cuando decidí que no podía seguir haciéndome daño, no podía seguir viviendo de esa forma, me sentía como una malagradecida. Decidí que si tenía un desorden alimenticio lo enfrentaría sin importar lo difícil que fuera.

Si considero que desde ese momento en adelante empezó mi recuperación, entonces ha sido un camino muy largo, no se me hizo para nada fácil. Sobre todo durante el año pasado porque realmente en ningún momento logré romper con ninguno de mis malos hábitos. Nunca dejé de tener atracones, y mi meta final seguía siendo bajar de peso. 

Hasta que en mayo de este año, empecé mi bendito tratamiento en un centro especializado en desórdenes alimenticios. Y les prometo que desde entonces mi vida ha cambiado radicalmente. Me diagnosticaron Trastorno por Atracón (o Binge Eating Disorder), y finalmente rompí con la idea de que mi valor como persona estaba amarrado a mi delgadez. Desde ahí en adelante, todo se volvió distinto.

En este momento puedo decir que me siento casi completamente recuperada. Y no digo completamente porque de vez en cuando todavía tengo mis malos momentos, todavía tengo pensamientos un poco retorcidos y todavía siento un poco de ansiedad. Pero se reducen a eso: a momentos y a pocos. La gran parte del tiempo soy una persona feliz con su vida, me proyecto a futuro, salgo, tengo amigos y pololo, lo paso bien. Eventualmente estaré libre de las cadenas de los desórdenes alimenticios.

Así que después de toda esta vuelta en la que les conté un poco mi historia, vengo a contestar mi auto-pregunta de «¿por qué estos blogs?».

Cuando descubrí que el Trastorno por Atracón era una enfermedad real y diagnosticable (de hecho de eso me enteré por internet), no logré encontrar ningún blog donde alguien hablara abiertamente sobre su experiencia, y menos sobre su recuperación o de su tratamiento. Quizás no busqué lo suficiente o no busqué en el lugar indicado. Pero como no logré encontrar lo que buscaba me propuse yo cumplir con eso y quizás poder ayudar aunque fuera a alguna persona. Por ese entonces yo aún no buscaba tratamiento, y avanzar tanto como lo he hecho hasta ahora, realmente era sólo un sueño. Y bueno ahora que me siento casi recuperada puedo decir:

Qué linda es la vida, porque ahora estoy muy cerca… ♡

Pol